La salamandra es un anfibio urodelo de color negro con manchas amarillas y que tienen una cola que alcanza veinte centímetros.
Sin embargo, según los bestiarios medievales, es un ser fantástico vinculado al fuego, uno de los cuatro elementos principales. Viven en el interior del fuego, el cual producen, apagan y protegen. Son criaturas que inspiran temor y respeto.
De todos los seres elementales, las salamandras son los que menos se relacionan con los humanos. No obstante, si se llegara a producir dicha relación, se establecería un vínculo difícil de romper. Los humanos son incapaces de comunicarse con estos seres debido al elemento en el que habitan, puesto que al entrar en su presencia todo se convierte en cenizas.
Tiene la capacidad de sofocar un incendio o lava expulsada de un volcán en erupción.
Los seres de fuego son sabios y astutos. Brindan claridad al pensamiento y ayudan a la renovación y al cambio.
Las salamandras se alimentan de fuego. Su temperatura sanguínea es tan baja que el calor del fuego la equilibra.
Sin embargo, según los bestiarios medievales, es un ser fantástico vinculado al fuego, uno de los cuatro elementos principales. Viven en el interior del fuego, el cual producen, apagan y protegen. Son criaturas que inspiran temor y respeto.
De todos los seres elementales, las salamandras son los que menos se relacionan con los humanos. No obstante, si se llegara a producir dicha relación, se establecería un vínculo difícil de romper. Los humanos son incapaces de comunicarse con estos seres debido al elemento en el que habitan, puesto que al entrar en su presencia todo se convierte en cenizas.
Tiene la capacidad de sofocar un incendio o lava expulsada de un volcán en erupción.
Los seres de fuego son sabios y astutos. Brindan claridad al pensamiento y ayudan a la renovación y al cambio.
Las salamandras se alimentan de fuego. Su temperatura sanguínea es tan baja que el calor del fuego la equilibra.
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